martes, 27 de agosto de 2019

Diario 06 - La Generación del Silencio: Los Hijos del Silencio (EMA ULA) - 09/09/2019







Siempre me ha parecido increíble la forma como la gente asocia los sueños con su vida. La fantasía es más real que la propia verdad hasta el punto tal que si les muestras imagen de su infancia en un parque desconocido aseguran haber estado allí a pesar de no ser cierto. ‘Los Hijos del Silencio’ para mi representa una visión borrosa de una pesadilla lejana el cual la gente prefiere no hablar, pero que sigue grabadas en sus mentes y el silencio en sus almas.

















La Generación del Silencio: Los Hijos del Silencio













Está historia comienza en abril del 2017 cuando iniciaron las segundas protestas en la Venezuela contemporánea contra el gobierno actual. Como mencione en el diario anterior (diario 05) ‘Mérida, Tiempo y Naufragio. (MTN)’ fue la obra que termine trabajando por motivos políticos luego de que el conflicto nacional durara meses sin ninguna resolución. Quedando así LHDS (cómo se denomina Los Hijos del Silencio) en un abismo de oscuridad sin ninguna esperanza de ver la luz. Me alegro mucho haber iniciado mi diario de forma cronológica empezando por los cortometrajes para así en un futuro los lectores puedan “comprenderme mejor” y entender mis motivos personales con las obras como: SOLSTICIO, MTN, LHDS… 

















LHDS, que en su inicio no llevaba este título (el nombre se me ocurrió una noche mientras dormía, al despertar anote en la oscuridad mis pensamientos y allí surgió) sino “SULIVAN” tenia unas ideas iniciales muy banales y absurdas. Trataba sobre la vida de un amigo que acababa de conocer en ese momento porque era la pareja de un empleado que colaboraba con mi madre. Tenia 16 años y entrenaba para ser boxeador. Les puedo admitir que Sulivan Forresth para mi es una de las personas más especiales que he llegado a conocer en El Vigía, una persona que la veía enfocada en sus objetivos y tenia metas grandes, incluso más grandes que las mías y eso que yo soy mayor que él (la edad no determina los objetivos de un ‘hombre’; hombre como especie humana de la madre tierra). Su objetivo era simple, ganar las peleas que serían en dos meses para entrar al equipo nacional y así competir en las siguientes Olimpiadas. Era una meta visible y cercana, además se veía tan enfocado en su misión que era imposible no lograrla.






Como les dije, mis ideas iniciales no tenían un rumbo particular. Las únicas reglas sobre este documental eran hacerlo sobre un personaje y que tuviera una temática política como eje central. En ese punto de lo único que se ocurría hablar (ya que soy apolítico) era de cosas como la falta de presupuesto en las instituciones deportivas del estado, el muy mal estado del gimnasio y la situación económica que padecía Sulivan. En el gimnasio solo había un saco y un par de guantes para todo el mundo y estaban rotos, no había agua y prácticamente todo estaba dañado. Por otro lado Sulivan padece el mismo mal que todo latinoamericano de vivir en situación de pobreza, en un barrio llamado “Hugo Chávez Frías” donde las calles aún son de piedras y tierra, las casas no tienes agua y todas son simplemente hogares humildes de bloque y cemento. Hasta este punto todo parece muy normal para cualquier ciudadano común de esta nación (yo viví en un barrio durante los mejores 15 años de mi vida; en José Félix Ribas, Petare). Mi problema es que trataba de retratar esto como un problema social, como si fuera algo que esta mal y eran comentarios obtusos de mi parte; sí está mal la pobreza pero eso no implica que los ataquemos (a esos ciudadanos) por no vivir en apartamentos (hay gente en Venezuela que considera las personas del barrio como seres inferiores, incluso compañeros de clases; así como se desprecia a la población de Caracas qué en su totalidad son de la zonas populares)(aunque ciertamente la gente de la capital aborrece el interior del país ya que los consideran subdesarrollados = 'Monte y culebra', quizás eso explica los conflictos constantes entre regiones venezolanas, pero es tema para otra conversación).





LHDS perfil FilmFreeWay: https://filmfreeway.com/TheSonsofSilence




Por otro lado la vida de Sulivan siempre fue y sigue siendo un misterio. Tenia muchos secretos personales en ese punto de su vida he incluso tenia una lista de cosas que no debía enseñar así que al fin y al cabo mostrábamos una parte de la realidad. Eso no quiere decir que fuera mentira lo que el espectador llego a ver, sino una parte de la verdad. Igual al fin y al cabo ni yo sabía lo que quería mostrar realmente. Todo el material inicial que se llego a filmar fueron búsquedas de la temática documental pero que al fin y al cabo quedaron desplazadas por la crisis nacional; Quiero citar a Tarkovski cuando dijo: “Yo me veo obligado a hacer en un periodo determinado de mi vida lo que me parece lo más importante, lo necesario.” Y quiero creer que en ese momento cuando salieron millones de personas a las calles cada quien estaba haciendo lo justo y correcto para la nación y aún más importante por cada hombre y mujer que tenía al lado. A pesar de considerarme apolítico no quiere decir que sea neutral, estoy completamente en desacuerdo con el Estado (gobierno) actual, simplemente juzgo las partes con el mismo criterio porque al fin y al cabo ni unos u otros aportan soluciones (hablando de bandos políticos). Mi visión cínica y personal sobre las protestas es de un “espectáculo”; hermanos, amigos, familias enteras luchando unos contra otros mientras los verdaderos causantes se sientan en sus tronos observado a lo lejos mientras toman champaña y se fuman los mejores habanos celebrando al ver como su pueblo se matan entre ellos en vez de unirse para derrotar a su opresor, porque ellos saben que tienen el poder de denigrar a la gente a su más bajo instinto y hacerlos luchar con el que tiene al lado por un plato de comida que ellos se dan el lujo de decir que es un regalo de la revolución, como buenas personas que son, y lo mucho que le importa su pueblo. En fin, espero les haya agradado mi comentario porque no toco temas políticos tan incomprensibles en mi vida, la razón, no llevan a ninguna lado.









Pasada toda la lucha, los cientos de muertos y millones de desplazados después regrese a El Vigía y me reencuentro con Sulivan (quien en este momento trabajaba con mi madre) pero ya no era la persona de siempre. Había dejado de entrenar luego de que le cancelaran todas sus peleas y el esfuerzo fuera en vano, estas fueron canceladas por negligencias del estado (quien esta administrada por el gobierno totalitario) lo que conlleva a que todos los servicios institucionales se vayan al carajo. Por mi parte no tenia ni idea de que hacer. Entre en un nuevo semestre con Belimar Róman (una de mis pocas profesoras dignas de mencionar; no me cae mal ninguna profesora solo los pajudos de los hombres) y nuevamente debía realizar una obra documental, con las mismas reglas del semestre anterior (recuerden que en esa ocasión me cambiaron de maestro y el remplazo me mando a realizar MTN en la Plaza Bolívar de Mérida). Llegue a mi casa y empecé a revisar el viejo material que había rodado para LHDS y me sentí muy triste por el hecho de que jamás lo termine, en general no me gusta abandonar las cosas y me declaro incompetente en dejar algo atrás. Así que decidí afrontarlo y me reuní con Sulivan para hablar del asunto. En pocas palabras puedo decir que llegamos al acuerdo de estar perdidos, sin rumbo y completamente desanimados pero le dije que podíamos volver a recuperar nuestra confianza, nuestra motivación inicial he incluso aún mayor. Le dije que podíamos pelear por nuestros sueños una última vez y así fue.







LHDS en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt9783060/?ref_=nm_knf_t1


El primer día los resultados no fueron los esperados. Nos enfrentamos a un gimnasio completamente vacío y abandonado. Ya no quedaba nadie, el estaba tan frustrado que cada esfuerzo por intentar verse bien me hacia sentir mal a mí, se sentía esa tensión frente a la cámara. Las cosas ya no iban a resultar como antes. Me di por vencido, aún más importante me rendí ante mis emociones y decidí intentar lo que me dictaba la pasión. Allí es cuando realmente nació Los Hijos del Silencio. Recuerdo que las primeras imágenes a rodar con esta nueva estrategia fueron los rostros cubiertos con telas blancas; esto me llego gracias a una amiga en Italia que me envió fotos de varias pinturas sobre besos famosas entre ellas “Los Amantes” de René Magritte (francés), sin duda es un toque muy especial y representativo para mi visión sobre las palabras “hijo” y “silencio”. No tuve pena en tomar prestado referencias de todo tipo, en especial de “Moonlight” de Barry Jenkins y “El árbol de la vida” de Terrence Malick entre otras. Les puedo incluso afirmar que antes de salir a grabar escuchaba el soundtrack de estas películas he iba escuchando mentalmente las composiciones mientras realizaba los planos, me gustaba darle a los movimientos la sensación de la música, por ejemplo la escena donde todos están corriendo juntos y luego empiezan a beber y bañarse con un frasco que consiguieron en el piso (que es un momento encantador) lo hice pensando en Moonlight y la escena de la playa. De toda la obra (LHDS) este momento para mi es uno de los más especiales, fue un plano secuencia donde Sulivan llega con un poco de agua y todos incluso yo bebimos de ella; parecía eterna, ya que nunca fueron a buscar más. Por motivos de tiempo se recortó pero sin perder su encanto original.







Para mi esta obra la tome como algo muy, pero muy personal. Una redención diría yo. Fue grabado en El Vigía, lugar de innumerables desgracias para mi vida. Coloque mi mejor cara he intente trasmitir lo que sentía estando aquí después de todo. Los cielos son muy importantes en el documental, siempre son salvajes, aberrados, abstractos, turbios como nuestras vidas. La lluvia es la purificación de nuestras almas, siempre estuvo presente. Puedo asegurar que no he visto atardeceres más hermosos o lluvias más salvajes en otro lugar que no sea en VGA (diminutivo del El Vigía); incluso casi llego a dañar mi cámara ya que mi único protector era una bolsa plástica que le coloque encima y después de grabar la pantalla quedo en blanco durante una semana, se termino arreglando sola gracias a Dios (estaba dispuesto a dañar la cámara solo para captar la lluvia vigíense).





El sonido fue todo un reto. El discurso narrado es una serie de poemas venezolanos (Alberto José Pérez, Andrés Eloy Blanco, Juan Sánchez Peláez) que me tome la libertad de combinar entre sí, además de varios relatos personales sobre unos sueños representativos que Sulivan y yo llegamos a tener. La música seria exclusivamente composiciones de Teresa Carreño que es lo más parecido a Chopin que tenemos en Venezuela, pero al final no la incluí en esta ocasión ya que sus melodías eran Vals y yo buscaba algo más oscuro como los Nocturne’s que ofrece Frédéric. Con el resto del sonido (al igual que en ocasiones previas) fue recreado todo en post-producción ya que no cuento con un micrófono y también me declaro incompetente con softwares de audio. En la secuencia performática representativa de las protestas se usaron sonidos reales del conflicto del 2017, mi idea esta basado en una teoría que me dio un profesor de la UCV (Rafael Marziano, Universidad Central de Venezuela; también con sus clases de la Escuela Nacional de Cine realice la estructura de LHDS, más abajo podrán apreciar la gráfica) donde explica que el ser humano no puede ver o escuchar al mismo tiempo así que jugué con esto y coloque sonidos de las protestas sin verlas, mientras que en el momento climático (casi al final de la obra) cuando llegamos a ver las imágenes reales no las escuchamos, creando así un efecto más dramático; todo documentalista manipula la realidad en la edición, elegir un plano cerrado con 50mm en vez de uno abierto a 18mm también es una decisión de narrativa así que no piensen que jugué a que fuera “intenso” esas escenas para buscar la compasión de la gente, simplemente son recursos narrativos que utiliza todo el mundo (muchos trabajos sobre las protestas solo buscaron en un sentido egoísta la fama a través del sufrimiento ajeno).





Esta obra no esta exenta de dificultades. El transporte publico y la señal de los celulares en esos tiempos era un desastre (actualmente un infierno). Tenia bajones de luz o apagones de varias horas así que al final solo podía editar unas pocas veces al día (la edición me tomo un mes). Por otro lado llegue a tener algunas diferencias con mi profesora Belimar porque faltaba a la mayoría de las clases, la razón y justificación es que estaba en El Vigía y si los mismos alumnos no podían llegar estando en la misma ciudad, yo que estaba a 2 horas de viaje como iba a llegar al destino (atravesando las montañas de Mérida), aún así admito que debí haber avisado; igualmente todo esto se redimió con el resultado final ya que invertí ese tiempo de intentar ir a clases en grabar material y un mes antes de la entrega ya tenia todo listo, solo faltaba editar (mis compañeros estaban grabando las últimas semanas del semestre todavía). Con otro que llegue a tener problemas fue con Sulivan al punto tal que termine el documental sin él; eso explica porque no sale hablando tantas veces o en otras secuencias aparecen otras personas con los rostros tapados. Fue muy difícil colocarnos de acuerdo y nuestra diferencia principal era que la obra estaba obteniendo una postura ‘realista-pesimista’ y no ‘inspiradora’, al final no era la historia de él sino de todos nosotros y al fin y al cabo Sulivan tampoco llego a cumplir sus metas así que no fue lo que esperaba; pero yo tampoco pensaba modificar la realidad de la obra para tener un final bonito y feliz.






Al concluir el rodaje no lo volví a ver realmente, pero tiempo después arreglamos nuestras diferencias y quedamos siendo amigos antes que desapareciera para siempre. Aprecio mucho lo que hizo por mí y además el luego descubrió la importancia de lo que estábamos haciendo, quizás no cumplimos nuestros objetivos, pero si terminamos creando algo muy grande para los demás. Son historias de guerra, historias necesarias y muy importante, historias bien contadas (o eso digo, quizás solo sea mi ego). Lo que vale para mi es el hecho de que no caí en oportunismos, siempre le tuve miedo. Pensaba que la gente diría: “¡Mira! él hizo esto solo porqué las protestas en Venezuela están de moda.”, me enfrente a esta idea todos los días pero hasta el sol de hoy nadie se ha quejado por eso, más bien han tomado en consideración el hecho de que no es un discurso amarillista, y se contó la situación del país de manera muy subjetiva y poética sobre los “cientos de padres que perdieron a sus hijos y los cientos de hijos que perdieron a sus padres”.







Sulivan hizo por mí muchas cosas, tenía toda una lista de ideas y probamos un 70% de ellas. Comprendí mucho sus misterios y la verdad tiene muchos problemas personales complicados de explicar, el hecho de que desaparecía era en medida una reacción de su vida personal. Entre las innumerables razones puedo mencionar que su padrastro es Tupamaro (colectivos militarizados a ordenes del gobierno) así que nadie de su familia ni amigos podrían llegar a ver jamás esta obra, por su propia seguridad (así estamos en Venezuela, en ‘contra’ pero desde el silencio. Para evitar formar parte de las cifras de muertos o desaparecidos). La gente me ha llegado a preguntar si se ¿las consecuencias de haber realizado una obra como está bajo dictadura? y la verdad es que no puedo responderlo, LHDS no es tan famosa como para ir preso al Helicoide (centro de detención del servicio de inteligencia del régimen), pero eso es solo por ahora. Lo que si se es que alguien debía contarlo y muchas personas se están arriesgando a contar la verdad, incluso si la verdad implica después inmigrar a Colombia, Perú, Ecuador, Argentina o Chile cuando vengan a buscarte el estado por hacer una declaración de terrorismo (todo lo que este en contra del gobierno, es terrorismo) y esperar ser recibido con los brazos abiertos por tus hermanos latinoamericanos comprendiendo la cacería que estas padeciendo.







Ver el material de archivo fue pesado y doloroso, debía hacer pausas y salir a la calle para olvidar los horrores que tuve que presenciar. Me esforcé en ser lo más justo posible con respecto a estas imágenes que en un principio no pensé colocar; la idea surgió en las charlas con la profesora y compañeros con respecto a la necesidad de mostrar la realidad aunque sea por un segundo. La gente ve los performances y saben exactamente lo que ocurre porque ellos lo presenciaron, lo ven como un sueño muy vívido y casi afirmar que fue verdad, pero al mostrarles la verdad es más trágica, ya que tus peores miedos siempre fueron realidad. En otras de estas imágenes oníricas se encuentran un inicio y final completamente diferentes (en la narrativa de la obra). Inicialmente era el rostro de alguien mirando el fuego que se refleja en sus ojos que luego vemos es el ring de boxeo en llamas. El final era Sulivan saliendo del gimnasio y al abrir la puerta caminaba hacia el desierto que está afuera, luego la puerta se cerraba y terminaba la obra (inspirado en “El Padrino I” de F. Coppola). La secuencia del desierto solo termino siendo un punto climático pero no el final, este lo grabamos el día de las reelecciones presidenciales donde los mismos tiranos ganaron por segunda vez consecutiva para gobernar hasta 2025 (con unos falsos 60% de votos a favor). 













La obra cobro sentido cuando la vida aquí ya no la tenía. Si estos sucesos no hubieran ocurrido LHDS no hubiera existido. A pesar de todo al terminarla me sentí muy insatisfecho; sentía que no tenia un final y todo quedo como había empezado, luego simplemente descubrí que no podía inventar un final a la historia contemporánea de Venezuela cuando nadie sabía (o sabe) como terminara. Lo que si me repito siempre es que podríamos estar en el final de los finales y quizás no con una conclusión feliz para nuestro pueblo. Llame este post la “Generación del Silencio” ya que somos el último bastión que sabrán la verdad, si la tiranía prosigue nuestros hijos o nuestros nietos padecerán lo que nosotros, igual y peor. Tenemos la responsabilidad de salvarlos de esa condena, para nosotros quizás ya es muy tarde pero no para ellos. En unos años nadie recordara lo que ocurrió si no preservamos las memorias y aún más importante hacemos algo para acabar con la pesadilla. Trabajamos desde el silencio para impedir un silencio indefinido, para evitar que nuestros hijos sean los que callen porque los que podían hablar yacerán muertos para esos tiempos, incluyéndome. Recuerdo que al terminar la obra las cifras de personas que abandonaron el país eran de 1,5 millones, los muertos 200. Apenas al enviarla a festivales los inmigrantes ya eran 3 millones. Actualmente en 2019 contando las protestas posteriores ya serian unos 40 muertos más (no existen cifras exactas) y cerca de 5 millones de desamparados en el extranjero, sin contar la inmensurable cantidad de niños que han nacido en otros países donde no quieren cederles la nacionalidad así que no pertenecen a ninguna parte del mundo, ya que sus madres los condenaron (en su sacrificio de salvarlos) como traidores de la patria por nuestros gobernantes.




Está obra se ha proclamado una de las mejores realizaciones que he llegado a hacer jamás. Cerca de 30 selecciones oficiales en más de 8 países alrededor de tres continentes son un ejemplo de ello, nunca espere tal recibimiento. Me recuerda a una charla que llego a dar Sebastián Lelio en el festival FACIUNI 2018 (donde participio SOLSTICIO) mencionando la explicación del éxito de "Una Mujer Fantástica" (Oscar Mejor Película Extranjera) adjudicando el hecho de que el film salió en el momento exacto, y no por eso se refiere al momento precisó sino tiempo después pero no tanto como para olvidar los acontecimientos del mundo, esta película salió cuando los derechos LGBT estaban en su mejor momento y el movimiento #MeToo en su apogeo, todo esto creo una reacción en cadena que al ver Una mujer Fantástica se convirtió en el tema del momento, a pesar de llevar años de la producción. Con LHDS muchos organizadores me piden exhibir sin fines de lucro para mostrarle al mundo la verdad en Venezuela (muchos países del mundo realmente no saben absolutamente nada de lo que ocurre aquí; información confirmado por amigos exiliados en todas partes), algunos otros para recolectar fondos. Los Hijos del Silencio esta totalmente abierto a ayudar a las personas en mi nación y naciones hermanas. Pero igual que significa “hermano” si todos nacimos de la madre tierra; yo no creo en nacionalidades, eso solo son protocolos del sistema. Cada individuo tiene la libertad de visitar los bastos rincones de la tierra y ayudar a aquel que consiga en su camino, no depender de un cédula de identidad, pasaporte o religión. LHDS fue el final de una serie de cortometrajes que realice con mucha pasión a pesar de las circunstancias; las sobreestime demasiado y ahora me encuentro sin un camino por recorrer. A veces siento que ya no puedo más. A veces siento lo mismo que me llego a decir Sulivan: “No tengo alguien a mi lado que me motive, que de cada paso de dolor conmigo, que me garantice un futuro.” Sin duda la EMA ULA no me ha motivado sino desmotivado estos últimos años (a mi y todos los estudiantes), en donde un placer como hacer cine se ha convertido en un martirio. Espero se puedan arreglar las cosas y todos consigan la ruta correcta porque yo no se que más puede nacer después de esto, aunque estoy dispuesto a embarcarme en una última obra, un último sacrifico de mi alma para contar la verdad y espero tenga esa oportunidad. Sin más que decir me despido y espero dentro de poco puedan apreciar públicamente Los Hijos del Silencio y disfrutar de esta historia en pantalla.






Gracias por leer.


Escrito por Anthony Xavier. #sirzavier




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